Por: Leonor Taveras, M. A. Ex-Reina
A propósito de que hoy se elige la Reina 2024:
En los últimos tiempos, vemos como cada año se elige la reina de San Juan, y todo pasa sin pena ni gloria, y creo que todo se debe a que las jóvenes que participan desconocen cuál debe ser su rol para que la sociedad les tome en cuenta y valore su año de reinado.
El rol social de una reina se compone de su preparación o perfil y del reconocimiento que la sociedad le otorga fruto de su trabajo.
Se espera que la joven que sea la reina, tenga conocimientos sobre cultura general, historia, costumbres y tradiciones de su comunidad, entre otras cosas.
La empatía, humildad y la solidaridad, son cualidades que definen muy bien a una reina, y dicen mucho de su parte humana.
Otra de sus cualidad es la elegancia, que puede ser innata o construirse con seguridad, teniendo en cuenta que una reina siempre debe proyectar una imagen imponente, estando físicamente bien presentada y manteniendo una buena postura.
La reina debe ser emprendedora. Actualmente, los líderes de los certámenes de belleza, buscan como ganadora una mujer completa, que aparte de su belleza, sea influyente por sus acciones, proyectos, estudios o emprendimientos que realice.
La representante de la belleza, debe saber que una actitud positiva y una sonrisa son las claves en todo escenario, y que son fundamentales para el trato con los demás en nuestro día a día. Aunque algunas personas tienen un carisma natural, este también se puede construir. Solo es tratar de entender a los que están a tu alrededor, y tendrás un impacto positivo. Además, es muy importante tener seguridad y preparación física, cultural y emocional, esto también permite que la reina pueda hablar con firmeza.
La verdad debe ser ingeniosa. Las reinas más recordadas son aquellas que muestran sinceridad y seguridad en sus respuestas. No deben tener miedo de expresar lo que piensan, con calma y serenidad.
Además de las cualidades mencionadas, la facilidad de palabra, desenvolvimiento, conocimiento, personalidad, presentación, dominio de escenario, expresión, ética, empatía, carisma, entre otras cualidades, forman parte del perfil de la reina que la comunidad desea.
La sociedad espera que la reina sea una persona con valores morales, de buen comportamiento, que sirva de ejemplo, que haga un trabajo por la sociedad a través de voluntariados, clubes de servicios, en fin; es decir, que la comunidad sienta que ésta se preocupa por ella y se sienta dignamente representada.
Cuando la reina tiene aptitudes y actitudes positivas, cuando hace lo que la sociedad espera de ella, entonces viene el reconocimiento social: la sociedad se interesa porque la misa participe con ella, le apoya en sus iniciativas, y la misma aprovecha el apoyo social para impulsarse y lograr el crecimiento en las áreas que se proponga.
Una Reina no es una simple joven que se corona hoy y regresa el próximo año a coronar la siguiente. Una reina tiene un compromiso o trabajo social que no termina en un año, sino que dura para toda la vida.
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